Quantum Minería hace una lectura interesada y manipuladora del informe presentado en el Congreso sobre materias primas, que alerta de los múltiples riesgos de la extracción de elementos como las tierras raras
Oxido de neodimio (Nd₂O₃) en condiciones de laboratorio |
La mercantil intenta utilizar en su beneficio el documento informativo de la Oficina de Ciencia y Tecnología del Congreso pero obvia partes completas del texto, como la seria advertencia de que "se pueden producir una serie de impactos negativos durante las distintas etapas del ciclo minero, que afectan al aire, agua y suelo además de producir residuos peligrosos".
El documento, al que ha podido acceder la Plataforma Sí a la Tierra Viva, señala, de hecho, que más allá de la prosperidad promocionada por el sector extractivo la minería también puede "crear desigualdades económicas, desplazar comunidades y aumentar la competencia del suelo, así como producir cambios en la demografía y cultura de las mismas".
En este sentido, conviene recordar que los datos del Instituto Nacional de Estadística demuestran que aproximadamente la mitad de los pueblos abandonados en Asturias tienen pasado minero en una sangría que ni los fondos de compensación destinados al sector extractivo han logrado frenar.
Por otra parte el texto apuesta por la reducción de la demanda y la economía circular, "cuyo modelo de producción y consumo pretende desacoplar el crecimiento económico del crecimiento de la demanda de recursos naturales" dado que "la naturaleza de la actividad extractiva implica necesariamente un impacto sobre el medioambiente".
El texto recuerda que "el sector minero es una fuente significativa de emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera debido al alto consumo energético de sus procesos" e impacta negativamente en la calidad del aire por la producción de "polvo, ruido olores y contaminantes atmosféricos" y además que "la minería provoca cambios importantes en el suelo, que pierde su función y sufre degradación del paisaje, fragmentación de ecosistemas, aumento de la erosión, alteraciones en el equilibrio de los terrenos y efectos adversos en la biodiversidad". Por otro lado existe un impacto directo sobre la gestión del agua pues "la extracción y procesamiento de algunos minerales requieren grandes volúmenes de agua para sus operaciones, cuyo suministro está amenazado por la escasez de recursos hídricos actuales y los efectos del cambio climático". Además "las actividades mineras plantean riesgos de contaminación a través del drenaje ácido de minas, la descarga de aguas residuales y la disposición de residuos sólidos" y "también incrementan la competencia por los usos del agua (agricultura, industria y consumo de agua urbana" sin olvidar que "la minería y el procesamiento de minerales puede generar desechos peligrosos, como metales pesados y material radioactivo", como en el caso de las tierras raras.
Todos estos factores señalados por la oficina de Ciencia y Tecnología del Congreso y que son plenamente aplicables a la minería de tierras raras y los planes de Quantun en la provincia de Ciudad Real han sido respaldados además por una revisión científica de 2023 elaborada conjuntamente por el Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF) y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que de manera concluyente ha afirmado que "la extracción de elementos químicos de la tierra puede ser limitante y conllevar riesgos ambientales, económicos, sociales y geopolíticos" pues "utilizar más elementos de la tabla periódica significa extraer más minerales y un consumo creciente de energía y de las emisiones de CO₂ asociadas".
Con estos datos sobre la mesa hablar, como ha hecho Quantum, de abrir minas "con todos los requisitos medioambientales" no es más que una falacia en un país que alberga algunos de los mayores desastres ambientales provocados por el sector sector extractivo, no sólo en zonas como la faja pirítica ibérica, en el sur peninsular, sino en contextos tan diversos como la minería del oro en Asturias, la minería del cobre o el wolframio en Galicia o las minas de potasa en Cataluña. Porque sencillamente, aunque la legislación marca en teoría unas obligaciones a las empresas extractivas, la realidad es que estas a menudo no se cumplen ni se hacen cumplir y el desastre está servido en proyectos como el de Orovalle en Asturias, la mina de cobre de Touro en Galicia o las explotaciones catalanas de Iberpotash, que han creado inmensas montañas de residuos en la provincia de Barcelona y han generado un grave problema de contaminación en en río Llobregat, que abastece de agua a la capital.
En referencia a la situación de la minería de tierras raras, además, una de las entidades participantes, el Instituto de Ciencia y Tecnología Ambiental de la Universidad Autónoma de Barcelona (ICTA-UAB) ha elaborado un mapeo colaborativo que "tiene como objetivo visibilizar las injusticias y los abusos medioambientales, sociales y de derechos humanos que tienen lugar a lo largo de las cadenas de suministro globales de las tierras raras y cómo comunidades de todo el mundo resisten" recordando que "la extracción de tierras raras se han vinculado a impactos ambientales más significativos que otros minerales y metales" pues "las tierras raras suelen estar presentes en concentraciones muy bajas y combinadas unas con otras" lo que significa que "la extracción y separación son muy costosas, requieren grandes cantidades de energía y agua y generan grandes cantidades de residuos" incidiendo en que "a menudo se encuentran mezcladas con elementos radioactivos y peligrosos como el uranio y el torio y otros metales pesados, que presentan graves riesgos para la salud y el medio ambiente".
VALORACIÓN DEL INFORME
Finalmente hay que señalar que el informe sobre materias primas elaborado por la Oficina de Ciencia y Tecnología del Congreso tiene un contexto general y no profundiza en absoluto en el impacto que las tierras raras tienen sobre la salud humana sino que actúa desde una visión incompleta de orientación claramente mercantilista, habiendo consultado además a algunos participantes plenamente reconocibles por sus frecuentes actividades de lobby a favor de la industria extractiva, lo que genera un conflicto de interés difícil de asumir en un documento que debería primar su independencia.
Por ello no sorprende la aparición en el listado, entre otros, de Yolanda Beatriz Moratilla Soria, "presidenta" del autodenominado Grupo Español de Materias Primas Estratégicas/Críticas (GEMPE/C), colectivo sin entidad legal conocida que junto con la mercantil Quantum contactó a políticos electos y cargos de responsabilidad en reuniones a puerta cerrada para convencerlos de la conveniencia de apoyar su proyecto de minería de tierras raras en Ciudad Real, en unos hechos que Sí a la Tierra Viva denunció públicamente este año.