Nuevo escándalo en torno al proyecto Neodimio: El controvertido presidente de Quantum Minería mantiene una reunión a puerta cerrada con el alcalde de Santa Cruz de Mudela a pocos días de que se vote la moción contra las tierras raras

Entorno de la localidad de Santa Cruz de Mudela

Vecinos de la localidad avisaron el lunes a la plataforma de la presencia de Javier Merino en el pueblo, hecho que pudo ser finalmente verificado por fuentes municipales, que certificaron un encuentro del que Joaquín Dotor Sánchez no ha informado a la población por los canales oficiales.

En fechas recientes, y tras las declaraciones del presidente de la Diputación Provincial de Ciudad Real, Miguel Ángel Valverde de que la institución provincial defendería y apoyaría a la población y los territorios afectados frente a la minería de tierras raras teniendo en cuenta el rechazo social generado, el regidor anunció que llevaría este tema al pleno municipal para sacar adelante una moción contra la minería de tierras raras y el proyecto "Neodimio".

Esta semana, sin embargo, lejos de poner "luz y taquígrafos" y actuar con la transparencia debida que se le supone a cualquier cargo público, la ciudadanía ha tenido conocimiento de una reunión en sede municipal totalmente opaca, que solo puede entenderse como un nuevo intento de presión por parte de la empresa para sacar su proyecto adelante a cualquier precio.

Reunión, además, en la que ha participado Francisco Javier Merino de la Cuesta como presidente de Quantum Minería, personaje de turbulento pasado que fue condenado judicialmente en 2012 a un año de prisión y una multa superior al millón y medio de euros por la utilización de información privilegiada en el caso "Cartera Hotelera". La Fiscalía, que inició una investigación tras la denuncia de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, alegó entonces que Merino aprovechó el conocimiento reservado para vender acciones durante el proceso de venta del grupo Occidental Hoteles, del que Cartera Hotelera poseía una participación significativa.

Una polémica que para Merino no era nueva, pues en 2008 la Justicia imputó al actual presidente de la extractiva por un delito de cohecho en el caso "Astapa" por presuntos pagos irregulares a ediles de Estepona (Málaga) para la realización de obras a precio muy inferior al del mercado, lo que supuso un desajuste contable de 50 millones de euros en un total de 12 convenios urbanísticos.

Entre toda una retahíla de problemas en 2014 la ONG internacional Global Witness denunció su implicación en el conflicto generado por "Star Petroleum" en Sudán del Sur, una empresa "íntimamente ligada a un hombre de negocios condenado por un fraude millonario" -en referencia a Merino- denunciando así mismo la opacidad de la compañía "ligada a sociedades registradas en paraísos fiscales o jurisdicciones desconocidas" recordando que este tipo de estructuras societarias "pueden, en ocasiones, utilizarse para evadir impuestos" o "permitir a funcionarios públicos mantener participaciones secretas". 

LA CRUDA REALIDAD 

Guste o no guste esta es la triste realidad que de manera directa o indirecta, con o sin conocimiento de causa, están apoyando ciertas personas, entidades y políticos de distinta índole que adolecen de pocos escrúpulos y mucho desconocimiento.

Y frente a esto están, o deben estar, las autoridades, que son las que tienen la responsabilidad de velar por el bienestar y la seguridad de la ciudadanía que representan, también frente a esta clase de polémicos individuos de tormentoso pasado y sus planes. Porque la Junta de Castilla-La Mancha y sus representantes deben asumir el compromiso implícito que tienen para con la población, y tomar en consideración sus preocupaciones y opiniones. En definitiva, sobran motivos para rechazar el proyecto de tierras raras de Quantum Minería y el enésimo pelotazo de Javier Merino. Más en tiempos sombríos de difícil resolución como los actuales. 

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