Nota de Prensa. El Consejo de Seguridad Nuclear alerta de la peligrosidad de la planta de concentrado de tierras raras
Las tierras raras van habitualmente asociadas a elementos radioactivos como el torio y el uranio |
El CSN confirma que el tratamiento de tierras raras en Ciudad Real quedará sujeto a monitorización radiológica al superarse los límites máximos de riesgo radiactivo
Tras
analizar el contenido del estudio de impacto ambiental (acumulado)
presentado por Quantum Minería para las concesiones de explotación
“Matamulas F1”, “Rematamulas-F1” y “Rematamulas-F2”, y en particular el
Anexo G “Estudio del Impacto Radiológico”, el Consejo de Seguridad
Nuclear (CSN) concluye que los
estudios aportados no permiten justificar que las actividades laborales
relacionadas con el beneficio del mineral sean exentas de control radiológico en la planta de concentrado de monacita, mineral a extraer.
Respecto a las conclusiones aportadas por Quantum, considera el CSN que se
basan en una modelización de dosis a los trabajadores que parte de los
valores de actividad específica de un número de muestras indeterminado, añadiendo que no
se aportan evidencias de que estas puedan considerarse representativas
de los valores máximos de actividad de Uranio y Torio que puedan
encontrarse en las diversas zonas de la planta de tratamiento, planta que todavía no existe.
En relación con el impacto radiológico al medio natural, afirma el organismo supervisor que deberá
implantarse un programa de vigilancia radiológica ambiental en el
entorno de la instalación, que incluirá controles radiométricos,
análisis de aerosoles y de aguas superficiales.
QUANTUM INTENTA MINIMIZAR LA PRESENCIA DE ELEMENTOS RADIACTIVOS
Aunque
la empresa intenta minimizar el potencial impacto radiactivo del
proyecto asimilándolo en sus respuestas a las alegaciones al producido
por un tractor arando, tenemos que recordar que serán tratadas
220 toneladas de tierra por hora, obteniéndose 540 kg/hora de
concentrado de monacita, equivalentes a más de 12 toneladas al día, que
serán transportadas desde la planta de tratamiento y que pasarán, ente
otras, por la localidad de Torrenueva, hasta su destino final.
Estos
nódulos de monacita, inicialmente dispersos en el terreno, cuando se
extraen poseen una concentración de actividad radiactiva (citada en el
propio EIA presentado por Quantum) para el Torio (232Th) hasta 6000 Bq/kg y para el Uranio (238U) hasta 1500 Bq/kg, en total 15 veces superior a los niveles de exención, fijados en 500 Bq/kg en la Guía 11-02 del CSN, por lo que la planta de tratamiento proyectada es definida como una industria NORM (Naturally Occurring Radioactive Material), en la que pueden existir incrementos de la exposición a radiaciones ionizantes de los trabajadores, y miembros del público
UN ESTUDIO DE IMPACTO RADIOLÓGICO MUY DEFICIENTE
Las
conclusiones del Estudio de Impacto Radiológico se basan, en parte, en
los datos obtenidos de los trabajos realizados en una planta piloto
clandestina en la que Quantum estuvo operando sin ningún tipo de
licencia, ubicada en un corral dentro del casco urbano de Torrenueva,
que fue clausurada por denuncia de la plataforma, por lo que el pequeño
tamaño, bajo volumen de material tratado y las condiciones de trabajo no
la hacen extrapolables a la planta de tratamiento proyectada.
Por
otra parte, el número de muestras tomadas en el yacimiento (un total de
cuatro) y en los alrededores donde se situaría la zona de estériles
(dos catas), son claramente insuficientes para tener alguna certeza
sobre las concentraciones de elementos radiactivos.
En
cuanto a la radiactividad en el agua y los cultivos, los estudios
realizados por Quantum se limitan a realizar mediciones en una zona en
la que todavía no está instalada la planta de tratamiento y
concentración de monacita ignorando, de forma interesada, los numerosos
trabajos científicos internacionales realizados en las cercanías de
otras minas de tierras raras que si están en explotación y que llevaron
a las Cortes de Castilla-La Mancha el pasado 2 de febrero a aprobar
una resolución que reconoce la evidencia científica expuesta en
múltiples estudios internacionales sobre los graves efectos negativos de
la minería de tierras raras en la salud pública y el medio ambiente.
Dentro
de la literatura científica hay que destacar un extenso informe de la
Agencia de Protección del Medio Ambiente de los Estados Unidos (EPA)
dado a conocer por la Plataforma a principios de este año, en el que se
presenta una recopilación de más de 50 referencias científicas sobre
los efectos adversos de este tipo de minería en las personas (los
trabajadores y población cercana), animales y plantas, por la ingestión
de agua, polvo y alimentos contaminados con tierras raras.